La erosión y el viento han dibujado en las costas del Parque Nacional Port Campbell del estado de Victoria una de las formaciones de piedra caliza más admiradas del mundo: los Doce Apóstoles.
En el mar Antártico, los pilares vigilan el farallón de la Gran Ruta Oceánica, dejando perplejos a los visitantes ante tanta belleza.
“Hace 20 millones de años estaban unidos a los acantilados de la zona continental. Las olas y el viento los erosionaron y los convirtieron en cavernas, después en arcos y, finalmente, los azotaron hasta transformarlos en columnas que se elevan hasta los 45 metros de altura”, detalla el sitio web oficial de Turismo de Australia.
“Hace 20 millones de años estaban unidos a los acantilados de la zona continental. Las olas y el viento los erosionaron y los convirtieron en cavernas, después en arcos y, finalmente, los azotaron hasta transformarlos en columnas que se elevan hasta los 45 metros de altura”, detalla el sitio web oficial de Turismo de Australia.
Centinelas de la Gran Ruta Oceánica
Al sureste del continente y al suroeste de Melbourne, en el estado de Victoria, los pináculos conocidos como los Doce Apóstoles son sin duda una de las grandes atracciones de Oceanía.
El viento continúa la erosión de las torres a un promedio, según las autoridades de Turismo de Australia, de aproximadamente dos centímetros por año.
“En la actualidad, solo quedan ocho riscos, y algunos han dejado de luchar contra la naturaleza hace pocos años. El London Arch formó parte de un puente de doble arco hasta 1990, cuando el arco más cercano a la costa se desmoronó y dejó atónitos y en apuros a dos turistas. Otro Apóstol de 50 metros de altura se cayó en 2005”.
La sensación, confiesan viajeros que han visitado el lugar, es de que están en “el fin del mundo”.
Al sureste del continente y al suroeste de Melbourne, en el estado de Victoria, los pináculos conocidos como los Doce Apóstoles son sin duda una de las grandes atracciones de Oceanía.
El viento continúa la erosión de las torres a un promedio, según las autoridades de Turismo de Australia, de aproximadamente dos centímetros por año.
“En la actualidad, solo quedan ocho riscos, y algunos han dejado de luchar contra la naturaleza hace pocos años. El London Arch formó parte de un puente de doble arco hasta 1990, cuando el arco más cercano a la costa se desmoronó y dejó atónitos y en apuros a dos turistas. Otro Apóstol de 50 metros de altura se cayó en 2005”.
La sensación, confiesan viajeros que han visitado el lugar, es de que están en “el fin del mundo”.
Envueltos en grandes leyendas de famosos naufragios, a los Doce Apóstoles acompañan como atractivos de la gran ruta playas de surf, pueblos pesqueros, animales marinos y diversidad paisajes donde abundan los ríos, bosques pluviales, selvas y antiguos volcanes.
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